Suelen cometerse atropellos cuando se determina al “piloto de la carrera”. Un nombramiento por demás ocioso y siempre injusto, porque no se puede juzgar a cabalidad el esfuerzo de cada uno de los participantes. Tal vez quien llegó a la cola, venía con una jaqueca atroz…

Esta vez Lewis Hamilton ha realizado una carrera fenomenal. Muy bien con la pista llena de charcos; estupendo en el segundo stint para lograr que sus neumáticos Pirelli resistieran lo imposible; exacto, midiendo las circunstancias para imponerse casi de punta a punta; pero sobre todo, haciendo una lectura nota por nota de la justa y del programa del total de la temporada. Tanto así, que ya está a una nadita de montarse como líder en la tabla de posiciones que da cuenta de la situación anual. Entonces, deberá de ser “el piloto de este domingo”.

Momento. Nico Rosberg con la caja de velocidades que lo traicionaba. Resistiendo las acometidas de quien lo perseguía; viéndose abajo y recuperando más tarde el puesto perdido; volviendo a cuidar su segundo lugar y contraviniendo la violencia por la presión sicológica a la que lo somete su compañero de escuadra –y descarado rival– termina el segundo y, sigue haciendo punta en el standing. Sin atenuantes, es el “piloto de la carrera de hoy”.

Nada de eso. Se trata de un chamaco. El corredor más joven en liza. El más precoz en debutar desde siempre y con apenas media docena de carreras al mando de un Red Bull muy poderoso. Y en ese, ha logrado tres podios, es decir en el 50% de las posibilidades. Pues sí Max Verstappen fue el encargado del show. Estuvo como sublíder por 20 laps sumadas a una, en la que fue quien hacía cabeza por delante de los demás lebreles y, no se arredró ante los ataques de los grandes, al contrario: en cuanto él pudo, irreverente a tope, les habló de tú y desde luego que acabó siendo el tercero; esto, por delante de su colega de establo y por si fuera poco: de nueva cuenta dominando –y de lejos– a los Ferrari. Ni duda: el “piloto de día”.

Y qué tal. Uno de Australia que se llama Daniel Ricciardo y ha arribado como el cuarto en esta ocasión. Por si fuera poco, se mantiene asimismo como el número 4 en la tabla de posiciones, con dos puntos más que el cuatro veces monarca, Sebastian Vettel y sin hacer ningún ruido: cumple sobradamente con el encargo que ha puesto sobre sus hombros Red Bull. Pero señoras y señores, no ha llegado al podio ni una vez en esta temporada y miren que se encuentra inmediatamente debajo de dos de Mercedes y uno del equipo italiano. Es decir, que calladito trabaja, eso sí con una sonrisa de oreja a oreja. Por su discreción y eficiencia, bien podría nombrarse como el “volante del GP inglés”.

Bueno ¿y el recién renovado en la nómina de Maranello? El más viejo –y más sabio– Kimi Raikkonen ¿no es ejemplar para ser llamado como el “piloto de esta ocasión”? O bien, el mexicano Sergio Pérez quien largó desde el undécimo cajón y llegó a la meta como el sexto ¿no merece el título del “piloto paradigmático” para su distinguida elección?

Bien miradas las cosas, ante la inclemencia de la lluvia poco antes de arrancar, luego de dar unos giros siguiendo al coche de seguridad y jugándosela en cada curva y a cada metro: hubo 22 corredores (qué corredores) veintidós kamikazes que tenían un objetivo más, luego de ese maravilloso y no siempre posible intento por alcanzar la victoria; y ese propósito no ha sido otro que, dar el espectáculo para usted. Son sin asomo de titubeos “los pilotos de la prueba” que acaba de terminar.

Ajá. No son las carreras, es la Formula 1. Es más, no es tan sólo la F Uno. Se trata de un gran recorrido, pista por pista en todo el mundo.

Claro. Con lo mejor que está por llegar.

Sí. Y va a ser el próximo 30 de octubre en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde es de suponer que nos encontraremos para nombrar a la “persona del día”.

Que no hay otra… ¡Tiene que ser usted!

Actualización:
Cerca de la seis de la tarde (en Silverstone) y luego de un encuentro con el piloto así como un director del equipo: Nico Rosberg fue relegado al tercer puesto (con sanción de menos 10 segundos en su crono de llegada) debido a la inadecuada comunicación por la radio entre el conductor y su murete.