Los pilotos de Formula 1 se someten a entrenamientos exhaustivos y precisos que les permiten soportar más de dos horas continuas a altas velocidades, frenadas extremas y fuerzas g repentinas.
Ser piloto de Formula 1 requiere de cualidades por encima del deportista promedio. Las altas velocidades a las que llegan los autos al final de la recta y las fuerzas g a las que se somete el cuerpo con las desaceleraciones y giros requieren una condición física óptima, por lo que cada volante cuenta con entrenadores personales que les acompañan por todo el mundo.
Los pilotos se enfocan en ejercicios puntuales que les permiten aguantar las más de dos horas de competencia de cada Gran Premio, y es tal el desgaste, que llegan a perder hasta tres kilos de peso en cada ronda.
Velocidades superiores a los 370 kilómetros por hora, 4 fuerzas g, golpeteo en rodillas, pulmones presionados; las exigencias les llevan a una preparación extrema para poder ubicarse entre los 20 pilotos que dan vida al Campeonato Mundial FIA de Formula 1.
De todos los retos físicos, tal vez el mayor es resistir las fuerzas g. Los humanos estamos diseñados para convivir y tolerarlas diariamente, pero en el caso de los pilotos de Formula 1, esta aceleración es mucho mayor, pues aumenta de acuerdo a los cambios de dirección y frenadas.
Como ejemplo, tomemos la curva 1 de Suzuka, sede del Gran Premio de Japón. Es derecha, amplia, fluida y se toma a más de 260 km/h (161 mph). Los autos de Formula 1 generan, en ese tramo, más de 5 g en el vértice de la curva. En términos prácticos, el piloto va a sentir una presión superior a cinco veces su peso corporal.
Por ejemplo, George Russell pesa 70 kilos, por lo que sintió una fuerza de 350 kgs sobre su cuerpo cada que tomaba la curva 1 (y lo hizo 57 veces en carrera).
Entrenamientos de cuello
Los pilotos realizan ejercicios sumamente focalizados para cada parte del cuerpo, poniendo mayor atención en el cuello.
Uno de los ejercicios que han cobrado mayor relevancia es acostarse sobre una plancha y atarse unos 30 kgs a la cabeza. Una vez que el peso cuelga debido a la gravedad, mueven el cuello en sentido contrario. Esto lo hacen de ambos lados.
Peso extra. Otro de los ejercicios consiste en colocar pesas a un casco, y hacer movimientos de cabeza que recreen el tomar las curvas de un autódromo.
La rutina más común es colocarse una especie de casco de piel (a manera de cinturón) en la cabeza, y el preparador físico jala un cable para que el piloto soporte esa fuerza y trate de mantener la verticalidad del cuello.
Uno de los ejercicios de “calentamiento” consiste en hacer un “puente” con todo su cuerpo, pero en lugar de apoyarse en los brazos, lo hacen con el cuello. Este ejercicio es similar al que realizan los jugadores de futbol americano de la NFL o los luchadores del CMLL.

A la par del ejercicio en gimnasio (que también alterna peso y flexibilidad), los pilotos tienen rutinas cardiovasculares. Algunos de ellos corren, mientras otros, como Fernando Alonso y Carlos Sainz, prefieren el ciclismo o tenis. Sus rutinas van encaminadas a la resistencia, y las realizan, generalmente, por la mañana. Varios kilómetros de nado, remo (en gimnasio) o hasta esquí de fondo, sirven para someter al cuerpo a desgastes comparables con una carrera de F1. Por la tarde se enfocan en protocolos de calefacción y realizan ejercicios de movilidad y fuerza, y finalmente las pruebas de isometría en extensión y flexión de cuello. Luego de analizar las pruebas y ejercicios tan demandantes, los expertos e investigadores afirman que los pilotos de Formula 1 son atletas de alto rendimiento, pues someten sus cuerpos a exigencias sobrehumanas, como las fuerzas g oscilantes, durante más de dos horas de manera consecutiva. 