* Jack Brabham, Mario Andretti y Jacky Ickx, son sinónimo de inteligencia, audacia y velocidad en una Formula 1 que sentó las bases del gran deporte espectáculo que actualmente disfrutamos.
La Formula 1 está llena de grandes pilotos, excelentes atletas que han combatido en las diferentes etapas de la categoría, talentosos hombres que regalaron sus habilidades al mundo motor; pero solo un puñado de ellos logró alcanzar la inmortalidad para ser considerado leyenda.
Jack Brabham, Mario Andretti y Jacky Ickx son tres de esos pilotos que trascendieron en la historia gracias a sus actuaciones en pista y que les convirtieron en ídolos.
Como se ha convertido en costumbre, en el FORMULA 1 GRAN PREMIO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 2023 presentado por Heineken, les brindamos un homenaje con estas líneas.
Jack Brabham
Las hazañas del australiano serán difícilmente alcanzadas en nuestros días, pues no sólo era un excelente piloto ganador de Grandes Premios y tricampeón de la Formula 1, sino que sus manos le llevaron a lo más alto en el mundo de la resistencia, además de ser un gran mecánico y dueño de equipo.
Jack manejó un auto por vez primera a los 12 años y a los 20 abrió su primer taller de motores, con lo que se hizo de recursos para iniciar su carrera como piloto. Rápidamente escaló en la escena nacional hasta convertirse en campeón en Nueva Gales del Sur, y junto con Ron Tauranac fundó una asociación que años después se convertiría en el equipo Brabham de Formula 1.
Debutó en Formula 1 en 1955, a los 29 años de edad, a bordo de un Cooper, en el Gran Premio de Gran Bretaña. Fue una participación única en la temporada, y aunque se retiró, fue suficiente para que se enamorara de la categoría.
Regresó al año siguiente con un equipo propio, con los mismos resultados, pero en 1957 regresó con Cooper para sumar sus primeros puntos con un sexto puesto en Mónaco.
Su primer podium, y triunfo, se dio precisamente en las calles del Principado, en 1959, y a partir de ahi se convirtió en un constante invitado en el podium. Ese año vino su primer campeonato, tras seis podiums, incluyendo dos victorias.
Al año siguiente, 1960, se convirtió en bicampeón, gracias a una dominante temporada de cinco podiums… precisamente cinco triunfos… consecutivos. Jack fue aplastante en el Cooper y no dejó duda de su talento.
En 1962 fundó el Brabham Racing Organisation, equipo con el cual obtuvo su tercer y último título mundial en 1966, y con el que se retiró, en 1970, campaña en la cual ganó Sudáfrica.
Jack tuvo una relación especial con México, y desde la primera edición del Gran Premio de la Ciudad de México, en 1962, lo demostró, al terminar en segundo lugar, sólo detrás del sorprendente Jim Clark. A ese podium le siguieron tres más ya en rondas puntuables: dos segundos (1963 y 1967) y un tercero (1969).
Brabham pudo retirarse sin accidentes mayores, algo inusual en la época, vendió las acciones de su equipo y regresó a su natal Australia.
Su carrera de Formula 1 incluyó 126 carreras, 13 pole positions, 10 vueltas más rápidas, 827 vueltas en primer lugar, 31 podiums incluyendo 14 triunfos, un subcampeonato y tres títulos.
Mario Andretti
Decir el nombre de este piloto italo-americano es hablar de trascendencia. Andretti es uno de los apellidos más simbólicos en el mundo y tal vez uno de los pilotos más espectaculares que haya existido.
Sus logros están escritos con letras doradas, y su talento no sólo se pudo disfrutar en la Formula 1, sino en las mayores y más peleadas series del mundo, lo que le coloca como el “primer piloto en conseguir” en muchas categorías.
Algunas de sus hazañas más resonantes son el campeonato mundial de Formula 1 en 1978 y cuatro títulos nacionales del USAC. Es el único piloto en la historia en ganar las 500 Millas de Indianápolis, las 500 Millas de Daytona y el Mundial de F1. Además, consiguió la victoria en las 24 Horas de Daytona, las 12 Horas de Sebring y el IroC.
Mario llegó a Estados Unidos muy joven y a los 19 años comenzó a manejar en pistas de tierra, en Pensilvania. Junto con su hermano gemelo, Aldo, dominó el campeonato local. Su ascenso fue meteórico, con grandes actuaciones en midgets, NASCAR, USAC, y finalmente la Formula 1.
Debutó en el Gran Premio de Estados Unidos de 1968, con el Gold Leaf Team Lotus, con quienes realizó tres carreras en 1969. Al año siguiente cambió al STP Corporation, con quienes logró el tercer lugar en España.
Su manejo le llevó a ser seleccionado por Ferrari para formar parte de la Scuderia en 1971, y se convirtió en el primer piloto en ganar con los de Maranello en su debut en el equipo, en Sudáfrica.
Andretti formó parte de los equipos Parnelli Jones, Lotus, Alfa Romeo y Williams. Su mejor campaña fue la de 1978, cuando consiguió el campeonato mundial para Lotus, con siete podiums, incluyendo seis victorias.
Sus números en Formula 1, tras su retiro en 1982, fueron 128 Grandes Premios,; 18 pole positions; 10 vueltas más rápidas; 19 podiums; 12 victorias; 799 vueltas como líder y un título mundial.
Tras su retiro de la Formula 1, participó de nueva cuenta en el automovilismo estadounidense, para conseguir un título más en 1984 en IndyCar Series.
Actualmente es asesor en el equipo Andretti, propiedad de su hijo Michael, escudería que busca un lugar más en la parrilla de la Formula 1.
Jacky Ickx
El mejor piloto belga de todos los tiempos. De Ickx existen miles de hazañas, pero hay una que demuestra de velocidad y agresividad. El 6 de agosto de 1967, con 22 años de edad, colocó un auto de la Formula 2 en el tercer cajón de la parrilla de salida del Gran Premio de Alemania, en el peligroso Nürburgring, sólo detrás de Jim Clark en Lotus y de Denny Hulme en Brabham, y delante de todos los demás autos de Formula 1.
Sus brillantes actuaciones en F2 (en el equipo Matra de Ken Tyrrell) que le dieron el campeonato, también le abrieron la puerta a la máxima categoría, y debutó en un F1 en 1967, en Italia, con Cooper.
La temporada siguiente tuvo la gran oportunidad de manejar para Ferrari, para terminar en cuarto lugar del campeonato, tras cuatro podiums, incluido el triunfo en Francia.
En 1969 formó parte del Motor Racing Developments, para erigirse subcampeón, con cinco podiums, tres de ellas victorias. Al año siguiente regresó a Ferrari, para sumar otro subcampeonato.
Ickx es recordado por ser el último ganador del Gran Premio de la Ciudad de México en su primera etapa, en 1970, al vencer por 24.64 segundos a Clay Regazzoni, su coequipero en Ferrari. Ese triunfo fue su segundo podium en el Hermanos Rodríguez, luego de que terminó en segundo en 1969, detrás de Hulme.
El talento en lluvia de Ickx es uno de los más grandes que se ha visto en la historia y gracias a él fue considerado como un “rainmaster”, el mejor de Bélgica y uno de los más agresivos en Europa.
Su carrera en Formula 1 terminó en 1979, tras 116 Grandes Premios disputados, en los cuales logró 13 pole position; 14 vueltas más rápidas; 25 podiums; 529 vueltas como líder; ocho victorias y dos subcampeonatos.
La grandeza de Ickx, quien fue hijo de un periodista y escritor automotriz, se puede apreciar en los números que dejó en algunas de las categorías más competidas en el mundo, como su título de F2 europea (19867); el de Can-Am (1979); dos campeonatos del Mundial de Resistencia (1982 y 1983); victoria en el Rally Dakar (1983) y seis triunfos en las 24 Horas de Le Mans (1969, 1975, 1976, 1977, 1981 y 1982), por lo que es conocido como “Monsier Le Mans”.
Jacky pertenece a ese selecto grupo de pilotos que obtuvo triunfos en todas las categorías mayores en las cuales tomó parte, y su doble podium en México, le convierte en una de las leyendas para nuestro Gran Premio.
Estos tres pilotos marcaron una época y permitieron que sus triunfos y hazañas hicieran aún más grande a la Formula 1. Sin ellos, no se pondría entender la historia del deporte motor, y en particular de la máxima categoría.
Tres pilotos con estilos diferentes, pero una pasión compartida. Sus similitudes aumentan al saber que dominaron varias especialidades del automovilismo, y que sus triunfos en las distintas categorías son prueba de una diversidad que se ve muy poco en nuestros días, un dominio de máquinas diferentes en cuanto a manejo y bondades, pero con una misma finalidad: vencer a los mejores del mundo.