El automovilismo siempre ha sido un deporte de pasiones extremas: velocidad, riesgo y adrenalina. Pero hay un elemento que lo hace aún más humano y cercano: la familia. A lo largo de la historia, hemos visto a hermanos compartir algo más que el apellido en el mundo de las pistas, convirtiéndose en símbolos de unión, rivalidad y legado. Por ello en el marco del Día Mundial del Hermano el México GP te comparte algunos de los hermanos más emblemáticos del deporte motor.
Los Hamilton: Inspiración sin barreras
Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo, ha demostrado que los títulos y los récords no lo definen tanto como los valores que lleva consigo. Quizá uno de los momentos más conmovedores de su carrera no ocurrió en un podio de Formula 1, sino de manera “incógnita” en las gradas de un circuito del British Touring Car Championship, donde apoyó a su hermano Nicolas Hamilton.
Nicolas desafió todas las probabilidades al convertirse en el primer piloto con discapacidad en la categoría. Lewis, para no robarle protagonismo, se escondió tras una sudadera y una máscara, como un fan más, viviendo la emoción de ver a su hermano cumplir un sueño. Un gesto que resume lo que significa ser familia: compartir victorias más allá de los reflectores.
Los Leclerc: talento que no se hereda, se comparte
En Mónaco, la familia Leclerc sigue escribiendo su propia historia. Charles, estrella de Ferrari en la Formula 1, no corre solo: detrás de él está Arthur Leclerc, quien hoy se abre camino en las categorías de resistencia y como piloto de desarrollo para la Scuderia Ferrari.
Arthur ya ha demostrado que su talento va mucho más allá del apellido, con títulos en campeonatos regionales y victorias en el GT italiano. Aunque los reflectores suelen estar en Charles, Arthur se ha ganado un lugar propio, construyendo una narrativa distinta, pero igualmente apasionante.
Los Rodríguez: orgullo eterno de México
En nuestro país, hablar de hermanos en el automovilismo es recordar a Pedro y Ricardo Rodríguez, pioneros de la Formula 1 y símbolos del automovilismo mexicano. Su legado trasciende la pista: el Autódromo Hermanos Rodríguez, sede del FORMULA 1 GRAN PREMIO DE LA CIUDAD DE MÉXICO Presentado por Heineken, lleva sus nombres como homenaje eterno a su talento y a la huella que dejaron en los aficionados.
Aunque ambos partieron demasiado pronto, sus hazañas siguen vivas en cada rugido de motor que se escucha en la Magdalena Mixiuhca. Pedro, con su victoria en Le Mans, y Ricardo, con su histórica entrada a la Formula 1 a los 19 años, marcaron el inicio de una tradición que hoy sigue inspirando a nuevas generaciones de pilotos mexicanos.
Los Schumacher: hermanos en la gloria
Si de historia y títulos hablamos, es imposible dejar fuera a los Schumacher. Michael, siete veces campeón del mundo, llevó la Formula 1 a un nivel casi mítico. Pero su hermano Ralf Schumacher también dejó huella al ganar seis Grandes Premios y convertirse, junto a Michael, en la única pareja de hermanos que han saboreado la victoria en la máxima categoría.
Aunque sus caminos dentro de la pista fueron distintos, ambos demostraron que en Alemania la pasión por la velocidad se lleva en la sangre. Hoy Ralf sigue ligado al deporte, ahora como mentor de jóvenes talentos y comentarista.
Los Fittipaldi: pioneros de un sueño brasileño
Brasil también tiene su capítulo especial con Emerson y Wilson Fittipaldi, los primeros hermanos en competir juntos en F1. Su historia fue más allá de ser pilotos: se atrevieron a fundar su propio equipo, Fittipaldi Automotive, apoyados por Copersucar. Emerson, bicampeón del mundo, aportó talento al volante mientras Wilson asumía el rol de líder del proyecto.
Aunque el equipo no pudo mantenerse frente a la feroz competencia tecnológica, dejó un ejemplo de ambición y amor por el deporte. Emerson encontraría después la gloria en la Formula Indy, pero la aventura Fittipaldi sigue siendo recordada como un capítulo único en la historia del automovilismo.
De Mónaco a México, de Brasil a Alemania, la historia de los hermanos en la Formula 1 nos recuerda que este deporte no sólo se mide en victorias o campeonatos, sino en lazos. Son historias que trascienden la pista, que nos muestran la fuerza del apoyo mutuo, la inspiración y, a veces, el dolor de las ausencias. Y es precisamente en escenarios como el FORMULA 1 GRAN PREMIO DE LA CIUDAD DE MÉXICO Presentado por Heineken donde este legado se celebra.