Es Interlagos no falta la controversia. Esta vez empecinada contra Hamilton y Vettel por faltas que se cometen fuera del asunto de la velocidad pura. El más frustrado es el alemán quien no halla la cuadratura de la bola

Cuando no es por angas es por mangas.

Y en estas tres que se han vivido en el trazado de José Carlos Pace no han faltado las exquisteces.

Los incidentes menudearon: el flamante y nuevo pentacampeón estorbaba el paso al Williams de Sergey Sirotkin en la segunda instancia: situación que puede merecer castigos.

Por su parte Sebastian Vettel apuraba a los comisarios en un procedimiento –por cierto muy inoportuno– y una de esas, parece que lastimó la báscula oficial.

Al final lo que cuenta es que Hamilton rompió el récord del tiempo que toma dar un giro al perímetro brasileño y salvo las medidas que se tomen en los escritorios: largará mañana desde al balcón de los privilegiados.

Falta que se desentrañen los juicios de los señores comisarios.

Q 1

La urbe paulistana se vio para esta hora de la verdad con su cielo bien encapotado. En cualquier momento se precipitaría el agua.

Algunas gotas cayeron, pero la realidad ha sido que los espectadores se quedaron vacilando en las arquibancadas.

Las brechas en los cronos entre un piloto y el que le seguía, fueron minúsculas. Max Verstappen con su Red Bull embistiendo, ha sido quien encabezó lo mejor en esta primera manga: los siguientes cinco que le seguían estuvieron en el rango del minuto con ocho segundos, mientras que el holandés bajaba a los 67 segundos.

Se trataba de un negocio de rutina que como siempre ha venido quedando entre los Mercedes, los Ferrari y los de La Casa de Austria; la diferencia estribó porque el Sauber con unidad de potencia italiana y colorada, Haas, conducido por Kevin Magnussen se metió entre ellos.

Fue tan notable trabajo el de los participantes que hasta los dos autos de Maranello marcaron tiempos idénticos incluso, en las milésimas de segundo. Mientras que los demás en el fragor registraban cronos que dejan ver cómo es que los corredores extreman el potencial de sus coches al máximo y lo que los separa entre dos del mismo equipo, es casi una nulidad.

Entre los menos veloces sucedía con tanta evidencia que apenas era perceptible quién había dado cada giro dilatando menos.

Bien. Los del dueto de Racing Point-Force India, libraron el corte, pero por un pelito apenas. Esteban Ocon con marca apena poco detrás de la de Sergio Pérez.

Carlos Sainz con su Renault apostaba a que la lluvia lo salvaría de la eliminación, pero ésta no fue suficiente, por mustia.

Destacado el trabajo del ruso Sirotkin; mientras resultaba imposible el trámite para Brendon Hartley (el del cumpleaños de ayer) a bordo de uno de los Toro Rosso; como lo fue asimismo malo para los dos de McLaren y cómo no: también para Lance Stroll, el canadiense.

 Eliminados en la Q 1

Q 2

La lluvia ahí estaba dudando entre descerrajar o quedarse quieta.

Las dudas asaltaban para tener que elegir las Pirelli más adecuadas según la situación. En Ferrari optaron por las “blandas”. Los de Mercedes por las “súper”.

En esta ronda ha sido cuando sucedió el lío en el que se metió Vettel. Dice el reglamento que el coche debe de ser empujado por fuerza humana y Sebastian, aceleró para subirse al riel del pesaje: Jo Bauer de la FIA hizo un enérgico coraje y de paso, acusó al de Ferrari con los de la ley.

A poco ocurrió que a Sergey se le cerró Lewis sin querer, cerca de la Junçao y ello, echó a perder el giro lanzado del corredor de Williams, quien como pudo dribló, mordiendo la grama.

Kimi Raikkonen también anduvo liado con Hamilton; esto, cuando llegó muy cerca el de Ferrari contra el de Mercedes quien ralentizaba sobre la Reta Oposta. Cosas del oficio en las que el estratega de cada uno que se atraviesa, también tiene culpa por no avisar con contundencia: ¡aguas!

Charles Leclerc con uno de los Alfa Romeo-Sauber parecía quedarse en esta manga; casi al desmayar el tiempo corrigió y dio un giro que le sirvió para brincar la trampa de quedar eliminado.

Le tocó pagar el pato a Magnussen.

Caía algo más de lluvia en la parte trasera de la geografía de Interlagos, que ha dado razones para que se justifiquen los de Force India y Nico Hulkenberg, ante los coches suizos y Pierre Gasly de Toro Rosso que lo hicieron mejor. Punto.

Eliminados en la Q 2

Q 3

En la manga previa había ocurrido que se liquidó lo más difícil de la tarde. La ronda final iba a ser, de todas maneras, entre los seis autos consabidos. Y ahí, los invitados de piedra: Romain Grosjean de Haas; un desconocido Marcus Ericcson de Sauber; Leclerc y también, Gasly

En efecto, pronto se vio que la discusión más grave era entre Vettel de Ferrari y Hamilton con su Mercedes. Y ha pasado lo que suele ocurrir: Lewis saca su instinto feroz y resulta ser el piloto dueño de la cuerda de arrancada para mañana. De paso, imponiendo nuevo récord en Sao Paulo.

Los compañeros de los principales duelistas de la temporada, marcaron tiempos proporcionales y se han adjudicado el tercer y el cuarto cajón para arrancar, en orden igual: plata-rojo. Dos fineses: Valtteri Bottas y Kimi.

Ambos pilotos de Red Bull hicieron más alharaca que consistentes realidades: Max poco mejor que Daniel Ricciardo.

Como el australiano tiene que pagar penaltis por sus cambios en la unidad de potencia: Ericsson será quien largue desde el sexto cajete. Una maravillosa sorpresa, que llega casi al terminar el paso del sueco por la categoría suprema: es su mejor posición en una largada, luego de 96 intentos. Vaya.

 Los diez mejores

Un giro notable, por su cercanía a la perfección fue lo que ha determinado al dueño de pole position, LH, quien no ha dudado en rendirle pleitesía al velocista brasileiro impar: Ayrton Senna.

Llega a diez pp en la temporada. Y a 82 en sus totales.

Es la tercera cuerda marcada en el Brasil (las otras fueron en 2012 y 2016) y ha clavado la del centenario para Mercedes; de ellas, 56 se las deben a Lewis; las otras 26 del británico han sido con McLaren, pero eso sí: el 100% de sus poles se han facturado con maquinaria construida por los de “la estrella de tres picos”.

Notable, porque se esperaba que “el penta” iba a bajar la temperatura una vez hecho dueño de su nueva corona. No. Él tiene una vocación de sediento, para ser reconocido como el mejor de siempre.

No anda tan errado.

Es notable lo que consigue hacer con el volante en las manos.

S. La justicia hizo su parte: nada que discutir en la controversia Williams-Mercedes.

En cambio, para Vettel, sin falta de piedad le han zampado una reprimenda de parvulario y una multa que asciende a los 25 mil euros, que bien que alcanzarán para reparar a la que bascula.