En un cierre espectacular de campaña en el formulismo mayor. Insuperable.

Este deporte de quienes aman y quieren la velocidad al máximo se luce con una celebración de adiós que deja ver que tienen una Carpa superior a todas las que hubo antes.

El arte de la tecnología explotó por el cielo para poner en lo más alto los valores de la competición, pero también del influjo del hombre en todo lo que le es propio.

Como en las perinolas con que juegan los chamacos, se termina el curso con un triunfo contundente de Lewis Hamilton y su Mercedes número 44. Pero en realidad: todos ganan.

Gana Fernando Alonso que deja esta disciplina porque se le acompañó con un afecto sincero y sustancioso por parte de sus adversarios y del respetable. Único e inolvidable el pasillo de donas en su honor que ha sido un tipo nuevo de exaltación para a quien, en serio, se admira.

Gana Sebastian Vettel quien sube a podio y que, acompañado con la grande caballerosidad de ida y vuelta, el campeón mundial le rinde el reconocimiento patente a su valor y a su valía.

Gana Max Verstappen en representación de los pilotos de la nueva horneada porque se une como otro más, entre 11 coronas que lo rodeaban, para departir y compartir, diciéndole: eres uno más; ven con nosotros a escribir la historia luminosa de lo que ha de seguir.

Ganan quienes se retiran: Esteban Ocon, Marcus Ericsson, Stoffel Vandoorne y Sergey Sirotkin porque la gente les ha hecho público su agradecimiento con todo el cariño del mundo.

Ganan los que van a otro equipo: Kimi Raikkonen, Daniel Ricciardo, Carlos Sainz, Pierre Gasly, Charles Leclerc y Lance Stroll. Y quienes se mantienen en las mismas alineaciones cual es el caso de Sergio Pérez, Valtteri Bottas, Nico Hulkenberg, Kevin Magnussen y Romain Grosjean.

Por supuesto que también salen ganando quienes llegarán, porque han visto el señor agasajo que les espera y, hasta quien está por salir o por renovar como es el caso de Brendon Hartley gana porque ¿lo bailado quién se lo quita?

Ganan los mecánicos, los técnicos, los científicos, los gestores y los directivos de los equipos ya que pueden dar fe de que tienen un lindo trabajo y, para rato. Puede llegar a ser fabuloso lo que consigan con sus talentos.

Y claro que ganan los patrocinadores y los periodistas, y los de la voz cantante porque, aunque esta disciplina tenga sus detractores: ya se puede ver que sí que hay Liga Suprema para rato.

(Será cuestión de esperar 111 días para volvernos a reunir en este gusto que tan bien que nos religa).

Ni hablar, por supuesto que ganan quienes se encargan de preparar las carreras que vendrán y asimismo los dueños de la organización mundial; como también sale ganando la autoridad deportiva, porque es cierto que la Fórmula de las fórmulas, está aquí para quedarse.

Benditos sean quienes se arriman a un buen árbol porque su sombra los cobijará.

Claro que resta decir gracias: a usted.

De ningún modo se va a soslayar lo mejor de todo: que, quien más gana es el aficionado de nuestro país que ya puede comprar sus boletos para el Grand Prix de México 2019 que se jugará en el Autódromo Hermanos Rodríguez el 27 de octubre que llegará muy pronto.

¡Ahí nos veremos para ser de nuevo tan dichosos!