Como suele pasar cuando el agua es protagonista: se ve lo que ni se espera. Derrotada Ferrari; escondida Red Bull y triunfante Mercedes. Sainz y los de Toro Rosso brillan. Force India, para puras vergüenzas.

Llueva, truene o relampaguee hay un “polero” de excepción en esta época y se llama Lewis Hamilton a quien apenas se le abre la más leve oportunidad, vuelve a mostrar su instinto depredador y esa valía que lo convierte en el mayor velocista de siempre: con 77 pole positions en su hoja de servicios, que no hacen más, que ratificarlo.

En sus totales, ya son nueve “cuerdas de arrancada” más, si se las compara con las que obtuvo Michael Schumacher con aquella marca fenomenal (de 1994 a 2006) que se pensaba insuperable.

Y en el año, el inglés ya llegó a las cinco.

Desde el último ensayo libre de esta mañana en el HúngaroRing, quedaba de manifiesto que los Ferrari estaban más filosos –por lo mismo no hubiera sido sorpresa que se volvieran imponer en las “Qualys”, ya que Sebastian Vettel también lleva cinco pp en esta campaña– pero ha pasado, no obstante, que se descerrajó la lluvia sobre el trazado y ante tal ecualizador indiscutible: sencillamente, se impuso el maestro y su maestría.

Agua bendita que ha auxiliado para que quedaran atrás los problemas por los que ha pasado Mercedes en los tres entrenamientos, y posibilitar ahora las 6 poles en Hungría de Hamilton; tan sólo una menos que las logradas por Schummie en este país de la paprika y los violines frenéticos sin freno.

De esta manera, el de Tewin, ha superado a su colega Valtteri Bottas y a Kimi Raikkonen en uno de los autos italianos, quien quedó como el tercero. Luego, Vettel y enseguida muy puesto un inesperado Renault conducido por el español Carlos Sainz.
Por su parte, Force India metida en el marasmo producto de su pésimo manejo financiero, quedó casi de última: en los lugares 18º y 19º para Esteban Ocon y Sergio Pérez en uno de los peores sábados que se les ha visto. Y eso, que dicen “que no pasa nada”.

Eliminados en la Q 1

Q 2

Al empezar esta manga la pista aún estaba seca, a pesar de los nubarrones. Las ideas del cielo eran torvas. Desde el murete de Ferrari se adelantaron un paso y ordenaron cambiar los slicks por gomas “intermedias” que son las adecuadas para correr en piso húmedo.

Cuando los demás cacharon que esa medida era la buena, llegaron en manada a los boxes. Mientras, Vettel aprovechó la pista sin tráfico y marcó un “tiempazo” que nadie podría vencer, y así fue.

Luego, la tormenta se aceleró. Quienes no habían registrado un tiempo bajo, se metían en problemas.

El suelo estaba muy resbaladizo y quien dio muestra patética de ello fue Lance Stroll, reguileteando, hasta pegar de trompa contra la valla de metal; pero pudo regresar por sus medios al taller. En su tropiezo, el canadiense afectó la vuelta en la que venía embalado Daniel Ricciardo de Red Bull.

Luego, empeoró la situación y el australiano ya no pudo librar el corte.

Difícil hacer correcciones porque en ciertos tramos, los charcos eran todavía más hondos.

Eliminados en la Q 2

Q3

Empezó la tanda con mucha agua, pero fue minimizando poco a poco la abundancia, porque ya caía menos del cielo. Así pues, los tiempos mejoraban entre más pasaba el rato.

Al fin del lapso: lo de Sainz, ha sido de lujo, para decirlo en cortito; la vez anterior que arrancó desde tan honroso lugar fue en Barcelona en el año 2015, cuando todavía chambeaba para Toro Rosso.

Por otra parte, qué grata sorpresa ver a dos de los de la cuadra de Faenza (STR) de ahora, en esta instancia.

Como el gusto que da también, que ratifique el dueto de Haas el buen momento por el que pasa la escudería norteamericana.

Hasta hoy por la tarde había estado discreto el campeón en funciones.

Ni quien dude de que, los Mercedes no se habían acomodado, esta vez, en la trayectoria húngara calurosa, apretada y sinuosa.

Vino la chance por el asfalto que estaba bien encharcado y así, sí fue posible que sus pilotos le extrajeran lo mejor a las Flechas de Plata.

El talento y el talante de Hamilton explotó y las consecuencias ahí están. Clavó un tiempo de cerca de 95 segundos y medio, en rodear el perímetro empapado, para de este modo ser el primero en la largada de mañana.

 Los diez mejores

Ferrari vuelve a salir con la cola entre las patas.

Hay veces en las cuales no basta con tener en las manos el mejor de los coches. Porque donde menos se lo espera, salta la liebre.

Se pensaba que los grandes rivales iban a ser los de Red Bull y mire, desaparecieron esta tarde.

No está nada escrito. Mañana será el día… …Pero más vale salir adelante que detrás. Problema que le ha dejado Lewis al resto de los pilotos en liza.

Todo promete que habrá una buena carrera este domingo. Habrá que verla.