Los deseos sí se cumplen. Los aficionados a las carreras de autos estarán felices ya que la temporada de Formula 1 de 2018 ha dado comienzo a tambor batiente en Australia. En las tribunas todo fue placer porque el espectáculo, ha sido redondo. El resultado pudo haber traído consigo sensaciones agridulces; porque como en todos los encuentros, unos ganan y otros pierden.

El televidente del mundo asimismo debe de tener motivos para estar contento. Fue mucho lo que se vio desde el Parque Alberto de Melbourne y hay algo que de cierto ha ocurrido: el que era favorito no fue quien ganó.

Ayer después de haber obtenido una PolePosition formidable en su Mercedes de plata Lewis Hamilton, le espetó de frente a su acérrimo rival que lo que quería, era quitarle la risa de la cara. El chirrión se volteó por el palito y este domingo, Sebastian Vettel montado en el “cavallino” de Ferrari, le ha robado toda la sonrisa de la faz a su contrincante.

Así es la vida. Nunca hay enemigo pequeño.

Otro tanto ocurrió detrás de los dos principales contendientes. Por más que lo persiguió: Daniel Ricciardo encima de su Red Bull, no pudo en toda la carrera superar a Kimi Raikkonen al servicio del equipo italiano, a la postre ganador. El tercer escalón del podio no fue para el piloto de casa y en cambio, quien sale muy satisfecho, aunque no lo exprese, ha sido el Hombre-Hielo con ese sandwich en el que atrapó la dupla roja, al monarca en funciones.

Los “tifosos” del mundo deben de estar fascinados, porque los carros de su adoración lo han hecho de maravilla. Otra vez, en el primer Gran Premio de la campaña consiguen doblegar al enemigo. A ver si han aprendido la lección, y esta vez sí con capaces de fraguar una temporada completa, triunfando.

Podrá ser difícil, pero no imposible.

Hoy las cosas salieron con los astros muy bien alineados a favor de los de la Casa de Maranello. Una estrategia osada permitió que siguiera rodando por más tiempo Vettel, en comparación con Kimi y Lewis que entraron primero a Pits para el recambio de ruedas. Para la fortuna de toda Italia, un “coche de seguridad virtual” entró en acción ante el problema del segundo auto de Haas. Sebastian, hizo su canje de llantas y regresó a la pista por delante del Mercedes número 44 y ya no se dejó rebasar.

La carrera se ganó en el momento exacto, en el lugar más correcto; pero luego fue secundada con un fantástico pilotaje del “tetra” alemán, que ni por tantito se permitió el mínimo error. Ha sido muy justa victoria que, desde el inicio, le pone ricos condimentos al torneo mundial.

Si se ve con más detalle el asunto: se trató de un juego de parejas que tuvo que resolverse por medio de la tenacidad de quienes llevaban la mano. Hamilton persiguiendo a Vettel. Ricciardo a Raikkonen. Poco detrás: Fernando Alonso con su McLaren, librándose de la obsesión de Max Verstappen, en otro de los Red Bull.

Enseguida, Nico Hulkenberg con su Renault amarillo, sin cejar ante las acometidas de Valtteri Bottas, el compañero de Lewis. Stoffel Vandoorne –de Mac– haciendo imposible el rebase por parte de Carlos Sainz, en el otro Renault; y el español, que sencillamente no abrió el hueco para que pasara Sergio Pérez, con su Force India.

Así fue, lap tras lap.

¿Cómo explicarlo? Como el producto de la tecnología llevada a su techo máximo. Los pesos y las medidas de los autos, el ancho de sus neumáticos y las variables aerodinámicas, más la eficacia de las unidades de potencia: posibilitan los adelantamientos nada más, cuando hay una falla evidente o un error de conducción flagrante.

Todos, con todo, andan al límite.

Entre la verdad y la ficción, se pudo ver que el 25 por ciento de los citados a la carrera, no terminaron. Eran 20 y acabaron la prueba, quince. Cinco han sido las que dejaron las cosas para una siguiente oportunidad: dos unidades de Haas; una de Sauber, otra de Toro Rosso y la primera que abandonó, que ha sido una de Williams.

En otras palabras, el campeonato se definirá dependiendo de la fiabilidad.

Buena carrera sí que lo fue. Batallas hubo y sorpresas también.

Lo mejor de todo es, que se espera con toda pasión a lo que ocurrirá en Baréin dentro de dos semanas y después, en las pruebas que seguirán por el mundo.

Hasta llegar al GP mexicano, de la última semana de octubre, en donde tal vez se vuelva a dirimir al nuevo campeón mundial. Es muy posible que quien lo consiga, llegará a ser penta-monarca, como Juan Manuel Fangio.

Usted, no se lo puede perder y por ello es mejor tener su lugar asegurado, cuanto antes compre sus boletos.

Las posiciones finales quedaron de la siguiente forma:

Fotos: Sutton Images