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Así afecta el clima a los monoplazas de Formula 1

26 Diciembre 2025  11:31 AM

Los alerones de los autos de Formula 1 visibilizan que las condiciones climáticas pueden afectar positiva y negativamente el desempeño de los autos, pero el viento no es único rival de la naturaleza.

Cuando las nubes se colocan sobre algún circuito de Formula 1 comienza la pesadilla para los ingenieros de los equipos. No solamente la lluvia o el aire extremo afectan el desempeño de los monoplazas.

A pesar de las pruebas que puedan realizarse en túneles de viento, los elementos de la naturaleza golpean y afectan el rendimiento ideal de todos los autos; desarrollados en talleres que se asemejan más a laboratorios, 

Algunos de los mayores obstáculos entre el semáforo y la bandera a cuadros son los elementos climáticos. Aquí te presentamos algunos de estos “enemigos”.

Calor

Los ingenieros siempre buscan que los neumáticos suban rápidamente de temperatura para tener un buen agarre, pero no demasiado. En pistas desérticas, donde el sol golpea el asfalto, el calor puede ser terrible para las llantas, que se desgastan (derriten y desprenden) rápidamente, perdiendo adherencia y velocidad.

El calor hace que el aire “sea más ligero”, perdiendo carga aerodinámica y con ello agarre; además de que los sistemas de refrigeración tienen menor ventilación, llevando al motor y frenos al sobrecalentamiento. La potencia del motor se ve afectada, pues cuenta con menos oxígeno para realizar la combustión.

Frío

Teniendo en cuenta las dificultades del calor, se podría pensar que el frío es un aliado… Pero la realidad es la siguiente: Una tarde fría puede ayudar a que el motor tenga un buen desempeño y una óptima explosión en la combustión, pero puede convertir a los neumáticos en una superficie dura, sin agarre.

Las llantas pierden tracción y comienzan a ser resbaladizas. No hay control en las curvas, lo que propicia salidas de pista y posibles sanciones por límites violados. Se aumenta la carga aerodinámica, para tener más presión sobre los neumáticos, pero se sacrifica velocidad.

Lluvia

Adiós al agarre de los neumáticos lisos. Se tienen que colocar llantas ranuradas, que permiten se despida el agua de la superficie, pero se crea el efecto “estela de agua”. El líquido impide la visibilidad para los autos que están detrás, haciendo la carrera insegura.

Las gotas de agua se pegan a las viseras de los pilotos, afectando aún más la visibilidad. Los autos fórmula son abiertos, por lo que el agua entra al cockpit, haciendo pesado y molesto al nómex (traje antifuego del piloto).

Se reduce la velocidad en curvas, se pierde el control óptimo del auto y la velocidad en recta, debido al “acuaplaneo”.

Viento

Este es, tal vez, el mayor rival, un “enemigo invisible”. Las corrientes de aire afectan de manera directa la aerodinámica de los autos. Los mueve de las trayectorias ideales, y si el viento no es constante, afecta el manejo, adherencia y velocidad en cada uno de los tramos de la pista. 

Los alerones y cualquier elemento aerodinámico del auto puede ver afectado su desempeño y generar fuerzas distintas a las planeadas, lo que ha llevado a la FIA a suspender sesiones, e incluso carreras.

Estas son solamente algunas de las afectaciones que sufren los autos cuando las condiciones climáticas se separan aún más de lo ideal; y sin contar las alteraciones a los pilotos, que pueden perder de tres a cuatro kilográmos de peso debido a la deshidratación y desgaste, así como las vibraciones al cuerpo y daño a la visibilidad.