El torneo mundial agarra vuelo: de nuevo es líder el alemán, por un punto más que su rival. Y viene lo bueno… En este GP completan el podio Bottas de Mercedes y Verstappen con uno de los Red Bull. Hamilton, es quinto
Esta era una misión muy delicada y había que cumplirla, se trataba de estar a la altura del Ferrari que le han conseguido armar… …y Sebastian Vettel lo ha satisfecho con excelencia. No hizo otra cosa, que atrancarse una carrera primorosa que ganó de punta a punta, golpeando con la puerta de la victoria en las narices de sus adversarios.
Magnífico para los aficionados porque empieza un momentum en el torneo que será de agasajo puro.
A nadie le quepa duda: Mercedes ha sido el mejor equipo en los recientes cinco años y tiene una reciedumbre atroz, con la cual se va a dejar venir lanzando toda la carga.
Ferrari, si es lo que hoy pareció: le va enfrentar con pundonor y saldrán chispas de todos los colores.
Con un poco de suerte, y falta muy poco para ello, se disfrutará de unos combates que ultrapasarán los límites inauditos que saben tocar como nadie, dos tipos que son adictos a la victoria y que no van por poco: quien salga triunfante, será el segundo monarca con cinco coronas en la historia del automovilismo deportivo.
CINCUENTÓN
No sin una alarmante regazón porque les dieron a los coches el banderazo del final, antes de tiempo.
Pero lo más importante ha sido que la proeza del alemán se significa por ser de grande envergadura: ha llegado a sus 50 primeras victorias y lo hace montado en los lomos de un caballito colorado que no ganaba en Canadá desde el 13 de junio de 2004; esto es, con catorce años de demora.
Es obvio que Italia esté parada de cabeza.
Lo mejor de todo ha sido porque Lewis Hamilton su contrincante directo, no pudo hacer nada más que llegar en el quinto lugar, de modo que la ventaja del inglés que era antes de llegar a Montreal de catorce unidades, viró, y ahora es el segundo en la tabla de posiciones con un punto menos que Vettel (121 X 120).
El dulce sabor en la boca del germánico va a durar paladeándose, porque empezó su fragua desde ayer en que perpetró una pole position de fantasía.
Fue una prueba en la que no hubo grandes disputas entre de los que iban por delante: tanto así que Valtteri Bottas de Mercedes terminó en el lugar en el que inició. Igual le ocurrió a Max Verstappen con su Red Bull. De suerte que entre los seis mejores, el único que evolucionó ha sido Daniel Ricciardo que subió al cuarto puesto para terminar por encima de Hamilton y de Kimi Raikkonen y eso, se cocinó por medio de las detenciones en pits.
Completaron el combo de los que recibieron puntos: séptimo y octavo Nico Hulkenberg y Carlos Sainz (ambos con Renault); Esteban Ocon (Force India) así como Charles Leclerc (de Alfa Romeo-Sauber).
El mexicano Sergio Pérez –en el otro Force India– terminó en 14º lugar. Poco después de que se retirara el único safety car de la tarde, recibió un empellón de parte de Sainz al rodear la primera curva; Sergio se quejaba por el juego rudo e innecesario, pero los jueces ultimaron que había sido un roce típico de las carreras.
Del undécimo al decimoséptimo puesto acabaron en la función: Pierre Gasly (Toro Rosso); Romain Grosjean y Kevin Magnussen (con los Haas); el de Guadalajara, México; Marcus Ericsson (Sauber); Stoffel Vandoorne (en Mac) y Sergey Sirotkin (de Williams).
Se celebraba el 300º GP en el cual se ha registrado Fernando Alonso en la Fórmula 1: anduvo merodeando cerca del lugar de los puntos, habiendo largado desde el decimocuarto cajón: pero abortó la carrera por la vuelta 42ª, con problemas en los escapes de su McLaren.
No clasificaron, además del español: Brendon Hartley con uno de los Toro Rosso y Lance Stroll de Williams (el piloto de casa) porque se engancharon a poco de empezar la justa.
SHOWS DE POR MEDIO
El detalle charro del espectáculo estuvo a cargo de la modelo y activista canadiense Winnie Harlow quien fue la convidada para clausurar la prueba con la bandera de cuadritos. En su cándida inocencia, lo hizo a falta de la útima lap. Desde luego, que esta gran amiga de Hamilton no influenció en los resultados, salvo el ridículo escenificado.
Con las banderas no se juega, porque son “los ojos” de los pilotos.
Así pues, los comisarios deportivos, invocando el artículo 43.2 de la constitución deportiva: determinaron el final de la carrera, de manera oficial, al término del giro 68º y no del 70, como fue lo pactado.
Otro detalle de color y que fue muy aplaudido ocurrió antes de comenzar, con el paseo a una vuelta, del Ferrari 312-T3 con el que Gilles Villeneuve ganó aquí en 1978, en manos de Jacques, su hijo.Bien. Dentro de dos semanas será el enfrentamiento a continuación. Y es nada menos que con el GP de Francia –que retorna al calendario después de diez años de ausencia– en el icónico trazado de Paul Ricard; en Le Castellet, cerca de Marsella.
Cada acontecimiento que viene siendo un oportuno preámbulo para el Grand Prix de México que se seguirá cocinando venturosamente y a buen fuego.
Para encontrarnos todos, y ver una carrera impar en octubre.
¡De seguro!